La Escuela, en su empeño por realizar el sueño de una sociedad mejor, cumplirá su misión con excelencia y alentará, en forma permanente, la participación activa de la comunidad académica en el estudio de la realidad colombiana, de tal manera que tenga un efecto multiplicador y contribuya a solucionar las necesidades básicas del país.

Los estudiantes de la universidad serán el centro del proceso educativo y los docentes, sus guías y consultores. La formación científica y tecnológica estará complementada con una adecuada preparación humanística y un sólido conocimiento del entorno, lo cual les permitirá a los graduados un mejor desempeño en los ámbitos nacional e internacional.

Asimismo, la Escuela contará con unidades de investigación especializada que se constituirán en centros de generación y difusión del conocimiento, y se transformará en una institución con nuevos campos de acción, en respuesta a las necesidades de formación del país.

Formar profesionales comprometidos con sus familias y su entorno, conscientes de que sus acciones repercutirán en el futuro de la humanidad y la sostenibilidad del planeta.

La Universidad Escuela Colombiana de Ingeniería Julio Garavito, en un mundo de permanente evolución, mantiene como principio la formación de personas con alta preparación científica, tecnológica y un profundo sentido de solidaridad. Así, en tres elementos, se conjuga el quehacer institucional: el individuo, la ciencia y la sociedad.

Los fundamentos de la ciencia y los alcances de la innovación, así como el compromiso ético, los valores cimentados en el ejemplo y la responsabilidad social, se infunden en las nuevas generaciones que le confían a la Escuela su formación como base del futuro del país.

El profesional de la Escuela ejerce con excelencia su labor y exalta en su actuar los principios y valores, la calidad y el espíritu de solidaridad. Reconoce su formación como un proceso de construcción permanente que lo compromete y lo motiva, y se constituye en fuente de transformación colectiva.

La Universidad Escuela Colombiana de Ingeniería Julio Garavito concibe el sello institucional como el conjunto de elementos que caracterizan el proyecto de formación, le imprimen identidad y dan cuenta de quiénes somos, a través de los valores que promovemos y de los enfoques metodológicos que utilizamos.

En coherencia con la misión y la visión, se resume el proyecto educativo en lo que denominamos sello institucional, el cual se orienta a:

Formar de manera integral ciudadanos con un alto dominio de la ciencia, la técnica y la tecnología, comprometidos con su entorno.

El sello institucional se sustenta en el concepto y la caracterización de la formación integral, la cual, de acuerdo con el Plan Permanente de Revisión y Renovación Curricular (2021), tiene los siguientes lineamientos:

• Se entiende como un proceso solidario entre estudiantes y profesores, enmarcado en el derecho fundamental a la educación, en el respeto por la dignidad humana y en el sentido de solidaridad social. Estos principios rigen y orientan la práctica del currículo y han de manifestarse en la vivencia de una cultura institucional.
• Se orienta para propiciar el desarrollo personal y profesional de los estudiantes, para que sean ciudadanos inmersos en la realidad, capaces de plantear soluciones creativas y pertinentes.
• Se fundamenta en una sólida preparación científica, tecnológica y sociohumanística centrada en el estudiante, orientada por el profesor, dirigida a la construcción y desarrollo de conocimiento y vinculada con el entorno.
• Está comprometida con una formación superior que permita la realización plena del ser humano con miras a configurar una sociedad más justa, enmarcada dignamente en la comunidad internacional.
• Considera al estudiante como el centro del proceso formativo, razón por la cual el conocimiento de sus condiciones de ingreso (académicas y personales) se convierte en punto de partida de la responsabilidad que adquiere la Escuela para fortalecer sus capacidades y atender sus debilidades, especialmente en la etapa inicial del proceso formativo, con el fin de construir sobre esos cimientos los niveles superiores de formación propios de la educación universitaria de pregrado.

De acuerdo con lo anterior, el graduado de la Escuela debe ser una persona que, además de formarse en aspectos propios de su disciplina, debe estar preparado para desarrollar las dimensiones cognitivas, actitudinales y sociales que le confieren autonomía personal e idoneidad profesional para ejercer su profesión y seguir aprendiendo durante toda la vida (Perfil del egresado, Lineamientos y Criterios Curriculares, 2013).

• La dimensión cognitiva se manifestará en competencias de tipo analítico, interpretativo, crítico y de indagación y creatividad.
• La dimensión actitudinal, en actuaciones personales y profesionales caracterizadas por el rigor académico y ético, el respeto, la responsabilidad y la pluralidad de pensamiento.
• La dimensión social, en la capacidad de interacción y comunicación y en la responsabilidad social, apoyada en el conocimiento de la realidad y la identificación de sus problemas.

Así mismo, la formación integral responderá a las exigencias de la formación básica y profesional. La primera comprende los aspectos científicos, tecnológicos, sociales, humanísticos y éticos que constituyen la base conceptual de la formación universitaria en general y de cada profesión en particular; la segunda abarca los aspectos conceptuales y prácticos que le permiten al estudiante ubicarse en el contexto social del ejercicio profesional y apropiarse del lenguaje, los procedimientos, las técnicas y los instrumentos propios de la profesión.

En el contexto de un mundo en constante transformación, el sello institucional contempla el desarrollo de las competencias específicas propias de cada programa de formación, así como de las siguientes seis competencias generales, de las cuales el estudiante mostrará avances a lo largo del proceso formativo:

• De comunicación: facilidad de interacción personal, de selección y clasificación de información y de comprensión e intercambio de información verbal, escrita y simbólica.
• De productividad intelectual: dominio adecuado de los conocimientos, habilidades de pensamiento y metodologías que corresponden a los niveles de pregrado o posgrado.
• De colaboración y liderazgo: demostración de actitudes éticas y sociales; de capacidades de trabajo en equipo, organización y desarrollo de proyectos, y de realización de tareas administrativas y de dirección relacionadas con la profesión. Implica, además, la disposición para el trabajo en redes, según la cual cada uno asume su responsabilidad individual en un proceso de producción colectiva.
• De innovación y cambio: capacidad para identificar problemas y generar ideas que contribuyan a su solución en condiciones de riesgo e incertidumbre.
• De compromiso solidario: visión para comprender, interpretar y proponer soluciones a los problemas sociales, especialmente los que afectan la dignidad humana.
• De autonomía personal: capacidad para reflexionar y discernir sobre su proyecto de vida personal y profesional en el contexto social que lo rodea y tomar decisiones personales y laborales.

Estas competencias generales, junto con las específicas, formarán parte del perfil del graduado de cada programa y se desarrollarán con el aporte de las asignaturas y de las actividades que enriquecen el currículo, según corresponda.