Estudiante de la Escuela, reconocida entre los mejores promedios de Jóvenes a la U
Una joven de 17 años, perteneciente al Programa de Matemáticas, fue premiada por tener uno de los mejores puntajes académicos del país.
Una joven de 17 años, perteneciente al Programa de Matemáticas, fue premiada por tener uno de los mejores puntajes académicos del país.
La Escuela Colombiana de Ingeniería Julio Garavito se enorgullece de anunciar que Arwen Melissa Hernández Pérez, estudiante de segundo semestre del Pregrado de Matemáticas, fue reconocida por tener uno de los mejores promedios universitarios entre los beneficiarios del programa Jóvenes a la U.
Arwen, nacida en Bogotá, forma parte de la sexta convocatoria de este programa (que en la administración distrital actual se conoce como Jóvenes a la E).
Ella, de tan solo 17 años, fue una de los 120 jóvenes citados a participar en la primera edición de los Premios Jóvenes a la E 2024; en total, este programa beneficia a más de 38 mil estudiantes, otorgándoles becas tanto en universidades públicas como privadas por su buen desempeño académico.
Arwen relata que se enteró de su nominación a los premios por medio de una invitación formal que recibió en días previos. Así las cosas, ella conformó el grupo de jóvenes que brillaron en el evento por su disciplina y excelencia académica, el cual se realizó en el Hotel Tequendama de Bogotá.
Cabe resaltar que durante la ceremonia hubo intervenciones de personalidades importantes de la vida pública y académica del país; entre ellos, el alcalde de Bogotá Carlos Fernando Galán, y la ingeniera aeroespacial Diana Trujillo Pomerantz, líder de la misión Curiosity de la NASA. En el evento también participaron el director de la agencia Atenea (Víctor Saavedra), la Secretaria de Educación y la Secretaría de Integración Social de Bogotá.
Al hablar con la ganadora del premio, resulta clara su pasión por aprender y por las matemáticas. "Es una ciencia frontera que se aplica en prácticamente todo", enfatiza Arwen.
Según plantea, esta disciplina siempre le ha gustado, y siempre se ha destacado en ella. "Se suele pensar que las matemáticas solo estudian números, pero en realidad no es tan así; uno lo que hace es demostrar cosas y producir conocimiento", dice.
Su gusto por este tema proviene de sus padres, principalmente. Su padre es matemático y su madre es psicóloga. Y ambos, desde que Arwen era muy pequeña, le inculcaron la importancia de ser aplicada en los estudios y el gusto por aprender. Por ello, previo a la universidad también le fue muy bien: al graduarse, fue condecorada como la mejor bachiller y obtuvo el mejor puntaje Icfes, no solo de su colegio, sino de toda la localidad de Barrios Unidos.
"A veces la gente le tiene miedo a las matemáticas porque en ocasiones no se la saben enseñar, pero considero que mis papás sí supieron cómo hacerlo", plantea. Desde entonces, le ha encantado esta materia, y por ello decidió estudiar en la Escuela.
Teniendo en cuenta el reconocimiento recibido, Hernández Pérez asevera: "Mis padres estaban muy contentos de estar recogiendo lo que ellos habían sembrado hace tanto tiempo, porque este tipo de resultados son un trabajo en familia. Uno no está donde está sin los ancestros; son un cúmulo de frutos del pasado".
Según afirma Hernández Pérez, "lo primero que me enamoró de la Escuela fue el campus, y por su nombre sabía que tenía carreras afines a mis gustos". En un punto no sabía si estudiar Ingeniería Biomédica o Matemáticas, pero finalmente se decantó por la segunda opción: "Me gusta más su aplicación, ya que es la base de las ingenierías. Luego, si quiero enfocarme en algo en particular, puedo hacerlo".
Así las cosas, Arwen plantea que tras culminar su pregrado le gustaría realizar un posgrado, ya sea en actuaría o en análisis y ciencia de datos, con un enfoque en software. Teniendo lo anterior en cuenta, ella afirma que le gusta que la universidad la desafíe a adquirir nuevos conocimientos. "Aquí en la Escuela siempre me están retando. Por ello, me gusta repasar y sentir que estoy mejorando y avanzando", asevera.
Esto culmina en que actualmente, con estatuilla y diploma en mano, Hernández Pérez siente una enorme satisfacción y orgullo. "El momento (de la premiación) fue muy ameno y me instaron a seguir trabajando. El esfuerzo es por uno mismo", dice.
Por ello, para estudiar, recomenda emplear diversas estrategias: uno de ellos es el reconocido método Pomodoro, que propone momentos de estudio concentrado y otros de descanso, sobre todo para asignaturas de temática densa. También recomienda repasar los temarios de las clases por cuenta propia con anterioridad; así, al llegar al aula, no se llega en blanco, sino con inquietudes en particular que potencien el aprendizaje.
"También recomiendo practicar el método de estudio de 'revisión espaciada', usar flashcards en físico o en el celular, y para los exámenes parciales realizar hojas de resumen con los puntos principales de las asignaturas", plantea. Así mismo, recomienda hacer uso activo de las salas de estudio y hacer las tareas con tiempo.
Con una sonrisa en el rostro, Arwen expresa que espera seguir yendo a las próximas ediciones de los Premios Jóvenes a la E, representando a la Escuela en el proceso. De igual forma, tiene varios proyectos a futuro: "Me gustaría hacer un intercambio en Alemania o Francia, porque son países muy avanzados en los temas que me gustan. También me gustaría eventualmente cursar un doctorado".
Hernández Pérez recuerda que, en ocasiones, uno puede sentirse frustrado durante el proceso de crecer profesional y académicamente: "Uno debe tener claro que si uno trabaja por algo, no necesariamente se va a dar". Sin embargo, también enfatiza que aprender "tiene resultados lindos, y por ese motivo no se debe parar de tener dedicación" en la búsqueda de metas personales.
En últimas, Arwen da un consejo muy útil para combatir la procastinación y conseguir los objetivos que uno se propone: "Al tener que tomar una decisión, la pregunta que nos hacemos en casa es... ¿Esto me acerca o me aleja de mis sueños?".