Nathalia Céspedes Gómez viajó a la Queen Mary University of London, donde profundizará sus conocimientos en inteligencia artificial y aprendizaje automático, de la mano de sus tutores del doctorado, quienes forman parte de las empresas de Google y DeepMind.
Tiene 25 años, ojos vivaces y una gran sonrisa. Le gusta hacer ejercicio, salir con sus amigos y cuidar de su perro, al que llama Cero. Sí, Cero, como el número.
Estudiar es su pasión; devora libros, los analiza, controvierte y busca nuevos ejemplares, recién termina los anteriores. A pesar de este ritual sagrado, sabe distribuir su tiempo, a tal punto que disfruta hasta el más mínimo detalle o acontecimiento de su vida.
hace un mes, sin embargo, Nathalia se despedió de todo lo conoce, su familia y su país, para viajar a Inglaterra donde emprendió una nueva vida con dinámicas académicas de alto nivel, asociadas a sus estudios doctorales, con los que espera contribuir al campo de la salud desde la robótica.
Y es que las motivaciones de esta joven estudiante, que se graduó de la Maestría en Ingeniería Electrónica en la Escuela Colombiana de Ingeniería Julio Garavito, en septiembre del 2020, están ligadas a un profundo interés por compartir sus conocimientos y experiencia ganados en el campo de los robots humanoides, que ayudan a las personas con problemas cognitivos degenerativos. Lo quiere hacer dictando conferencias. A esta noble intención se suma la producción de artículos para revistas especializadas con lo que se dará a conocer en el campo científico.
La primera publicación de Nathalia, “Arquitectura para un robot de asistencia social en rehabilitación cardíaca”, se produjo en el año 2018. Habla de una estructura modelo-controlador a través de una máquina de estados finitos y un módulo de comportamiento. Su propósito no es otro que brindar apoyo y asistencia social durante la terapia a enfermos del corazón, con el objetivo de mejorar la calidad del servicio brindado, así como el compromiso y desempeño de los pacientes.
Los resultados muestran que la arquitectura propuesta es capaz de adaptarse a las diversas situaciones presentes durante una sesión, proporcionando un marco robusto para desarrollar aún más el comportamiento del robot hacia una interacción más natural e intuitiva con los pacientes.
Este artículo fue elaborado en conjunto con otros investigadores nacionales e internacionales, como Jonathan Casas, estudiante de doctorado en Syracuse University; Emmanuel Senft, investigador asociado en la universidad de Wisconsin; Bahar Irfan, Investigadora en etapa inicial en el Centro de Robótica y Sistemas Neurales en la Universidad de Plymouth; Luisa F. Gutiérrez y Mónica Rincón, médicas de la Fundación Cardioinfantil; Tony Belpaeme, profesor en las universidades de Ghent y Plymouth. Por la Escuela participaron la ingeniera Marcela Múnera Ramírez y el ingeniero Carlos Cifuentes García, profesores de la institución.
Pero esa no es la única publicación de Nhatalia. Esta joven ingeniera cuenta en la actualidad con otras siete, escritas entre el 2019 y 2020. Si desea consultarlas puede ingresar a este enlace.
https://scholar.google.com/citations?user=NstRf4UAAAAJ&hl=esO
El proyecto de investigación en la Maestría en Ingeniería Electrónica, la publicación de ocho artículos, su nivel de inglés y el promedio acumulado entre su pregrado y posgrado, fueron factores determinantes para que Nathalia ganara la beca que le permitirá viajar a Londres a cumplir su sueño.
La joven ingeniera logró imponerse ante más de cien candidatas que se postularon de diversas partes del mundo para la beca en la Queen Mary University of London, otorgada por una de las mejores universidades del Reino Unido y Europa; incluso, se encuentra en el top de las cien mejores instituciones de educación superior del mundo, indudablemente una gran oportunidad para su crecimiento académico y un orgullo para su alma mater.
Esta beca es financiada por la compañía de Inteligencia Artificial DeepMind, filial del gigante informático Google y representa una gran oportunidad para las mujeres que desean estudiar fuera de su país y que desean minimizar la brecha que hay entre mujeres y hombres dentro del campo inventivo de la robótica.
Nathalia Céspedes quiere dedicar gran parte de su tiempo a expandir la investigación en su área de interés, la robótica social enfocada a problemas cognitivos, con aplicación a la asistencia social para la rehabilitación de pacientes con demencia.
Algo que no es nuevo para ella pues ya lideró un proyecto de robótica similar con Colciencias (Minciencias) entidad que ha avalado varias de sus publicaciones. “Cuando yo decidí entrar al Programa de Biomédica, ya había desarrollado un gusto por la innovación con enfoque en la asistencia social, pero a veces detectaba fallas o limitantes que quería superar”, asegura la ingeniera Céspedes Gómez cuando se le pregunta por el factor motivante de sus estudios.
Uno de sus proyectos se basa en mejorar la empatía de pacientes con robots a través del reconocimiento de patrones de voz para dar respuestas personalizadas y adecuadas según se requiera, un área que no ha sido explorada como se debe.
Cuando se le pregunta por la Escuela, no puede ocultar su amor por la institución, ya que en su campus pasó lo mejores momentos de su vida al tiempo que realizaba sus estudios de pregrado obteniendo su título de Ingeniera Biomédica, otorgado por la Escuela y la Universidad del Rosario.