Hambre Cero: compromiso de todos

El desarrollo humano se entiende como la ampliación de las libertades de las personas para alcanzar una vida prolongada, saludable y creativa; por lo tanto, el desarrollo no sólo implica alcanzar altos niveles de ingreso, sino que requiere logros en otros aspectos como: mayores niveles de educación y conocimiento, mejores servicios de salud y nutrición, medios de vida más seguro y protección (Mahbub ul Haq, 2003).

Los objetivos de desarrollo sostenible (ODS), adoptados por las Naciones Unidas en 2015, se fundamentan en la visión del Desarrollo Humano y son una propuesta para que, a escala global, se logre combatir la pobreza, proteger el planeta y mejorar las vidas y perspectivas de las personas.

Uno de los ODS es el de Hambre Cero, el cual tiene como metas acabar el hambre en el mundo, acceder a una alimentación sana y nutritiva y promover la agricultura sostenible. Es evidente que el cumplimiento de este ODS no es tarea sencilla, por lo cual se debe tomar conciencia de que su logro implica el compromiso de los estados a través de políticas públicas, de las organizaciones privadas mediante su compromiso social y de todos los individuos en sus acciones cotidianas.

De acuerdo con los datos de la Organización de las Naciones Unidas, la situación mundial, en lo relacionado con el hambre, la seguridad alimentaria y la nutrición, sigue poniendo en riesgo el desarrollo de la vida de las personas. Según la Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO), en el 2021, 828 millones de personas en el mundo sufrían hambre y alrededor del 9,8 % de la población se encontraba en situación de desnutrición, es decir, presentaba un consumo de alimentos insuficiente para proporcionar los niveles de energía dietética necesarios para mantener una vida activa saludable y normal (prevalencia de la desnutrición).

En Latinoamérica y el Caribe la situación es preocupante ya que en los últimos años la prevalencia de la desnutrición pasó del 6,7 % en el 2019 al 8,6 % en el 2021 (FAO,2021).

Pero el ODS Hambre Cero va más allá: busca asegurar el acceso de todas las personas a alimentos inocuos, nutritivos y suficientes para todo el año. También tiene en cuenta el acceso a alimentos de calidad, así como las condiciones básicas de salud relacionadas con la nutrición de la población y la producción sostenible de alimentos.

Con respecto a las condiciones de la nutrición a escala mundial, los avances no son homogéneos. Por ejemplo, según los datos de la FAO, el porcentaje de niños nacidos con bajo peso en el mundo ha disminuido al pasar del 17,5 % en el 2000 al 14,5 % en el 2020. Por otra parte, el porcentaje de niños que presentaron retraso del crecimiento bajó: del 33,1 % en el 2000 pasó al 22 % en el 2020. Estos indicadores son positivos en el logro de las metas del milenio en cuanto al desarrollo adecuado de la niñez. Sin embargo, otros indicadores como el sobrepeso en niños menores a 5 años han venido aumentado: a escala mundial, el porcentaje de niños con sobrepeso pasó del 4,4 % en el 2000 al 5,7 % en el 2020. La situación de sobrepeso en los adultos también se ha deteriorado, al pasar del 8,7 % al 13,1 % de la población durante el mismo periodo de análisis (FAO et al.,2022). Esta situación es preocupante porque los niños y adultos con sobrepeso tienen mayor posibilidad de padecer problemas de salud a corto y largo plazo, lo cual implica mayores presiones a los sistemas de salud y limita el desarrollo de las capacidades de los individuos.

En cuanto al acceso a alimentos nutritivos de manera permanente y sostenible en el tiempo, el objetivo Hambre Cero busca incrementar la productividad agrícola, aumentar los ingresos de los productores que en los países de ingresos medios y bajos representan sectores de la población con menor acceso a recursos productivos. También se busca garantizar sistemas de producción sostenibles e implementar prácticas agrícolas resilientes que permitan adaptar la producción al cambio climático, superar los desastres naturales y mejorar las condiciones de los suelos. Finalmente, busca garantizar un funcionamiento adecuado de los mercados de productos alimenticios y demás acciones que permitan limitar la volatilidad de los precios de los alimentos para facilitar el acceso de todos los sectores de la población a estos productos (PNUD, 2023).

Cumplir el objetivo de Hambre Cero les permitiría a las sociedades, y principalmente a las regiones de ingresos medios y bajos, aumentar los niveles de productividad, reducir las enfermedades y garantizar el logro de otros objetivos del milenio como los de educación, salud e igualdad de género.

En Colombia, de acuerdo con el Departamento Nacional de Planeación (DNP), el cumplimiento de las metas de los ODS para el 2030 se ha visto afectado por las consecuencias de la pandemia del covid-19, la crisis económica y el conflicto armado, por lo que se registran resultados heterogéneos. Por ejemplo, la tasa de mortalidad por desnutrición ha bajado: en el 2015 era del 7,86 % y en 2002, el 6,75 % (DNP, 2022). Lo anterior cual significa un avance en el cumplimiento de las metas. Sin embargo, en cuanto a la producción agrícola sostenible y prácticas agrícolas resilientes, la producción que cumple con criterios de crecimiento verde ha disminuido, pues pasó del 0,49 % en el 2015 al 0,32 % en el 2019 (DNP, 2022).

A escala tanto nacional como mundial se afrontan desafíos para cumplir el objetivo de Hambre Cero. Se requieren mayores esfuerzos para lograr las metas establecidas con miras al 2030, que pueden partir de esfuerzos y compromisos personales. Por ejemplo, en el día a día se pueden realizar acciones como: comprar productos que garanticen el uso sostenible de los recursos utilizados en su producción; apadrinar a un niño para que acceda a alimentos, educación y sanidad; donar alimentos no perecederos a los bancos de alimentos y organizaciones benéficas, y apoyar agricultores locales comprando los productos en los mercados agrícolas, entre otros. Con estas acciones se aporta efectivamente para que más personas tengan la oportunidad de lograr una vida digna y satisfactoria.

Referencias

DNP. (2022). Informe anual de avance en la implementación de los ODS en Colombia. https://ods.dnp.gov.co/es/resources.

FAO. (2021). Metas del desarrollo sostenible.

https://www.fao.org/sustainable-development-goals/indicators/211/en/

FAO, FIDA, OMS, PMA y UNICEF. (2022). El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo 2022. Adaptación de las políticas alimentarias y agrícolas para hacer las dietas saludables más asequibles.

https://doi.org/10.4060/cc0639es

Mahbub ul Haq. (2003). The Human Development Pradigm. En Sakiako Fukuda-Parr & A.K. Siva Kumar(Eds.), Readings in Human Development Concept, Measures an Policies for a Development Paradigm (pp.17-34). Oxford University Press.

PNUD. (2023). Los ODES en acción.

https://www.undp.org/es/sustainable-development-goals

UN. (2018). 170 acciones diarias para transformar nuestro mundo. https://www.un.org/sustainabledevelopment/es/wp-ontent/uploads/sites/3/2018/08/170Actions-web_Sp.pdf

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