David Alexánder Cano Tirado es graduado del Programa de Ingeniería Electrónica de la Escuela Colombiana de Ingeniería Julio Garavito. Asimismo, completó su Maestría en Ingeniería Electrónica en la misma institución y su perfil profesional se ha abocado en ser un experto en sistemas de potencia.
“Terminé mi pregrado a mediados de 2013 y comencé la maestría en la Escuela en enero de 2015. La razón por la que decidí hacer la maestría fue, primero, porque la universidad me gustó. Y porque tenía una beca, entonces eso también facilitó la decisión de dónde continuar mis estudios de posgrado”, dijo el ingeniero Cano Tirado, que también cuenta con un Master of Engineering, Technology of Photovoltaic Energy Systems de la Universidad Internacional de Andalucía.
Actualmente está trabajando en Alemania, país donde vive desde finales de 2019. Allí se desempeña como investigador en el grupo de investigación de redes inteligentes de la Universidad de Wuppertal.
Este grupo de investigación tiene como enfoque los sistemas de potencia; es decir, todo lo relativo al suministro de energía eléctrica. Simultáneamente, está realizando estudios de doctorado.
Este esfuerzo profesional está vinculado con su trabajo: Cano Tirado forma parte un proyecto de investigación que dura aproximadamente tres años y medio, y se espera que de los resultados de este proyecto de investigación haya material suficiente para una tesis doctoral. “Entonces, en este momento, me encuentro escribiéndola mientras formo parte del grupo de investigación”, aclaró el ingeniero.
Con el fin de comprender más sobre su desarrollo académico y su experiencia en la Maestría en Ingeniería Electrónica de la Escuela, el ingeniero Cano Tirado compartió detalles sobre sus avances profesionales recientes.
¿Puede describir con mayor detalle qué hace en su trabajo en Alemania?
El grupo de investigación tiene como objeto de interés las redes inteligentes y los mercados de energía flexibles, y nos solemos reunir una vez cada dos semanas. Tenemos un laboratorio enfocado en estos temas y está muy bien equipado. Tiene variadores de frecuencia que llegan hasta aproximadamente 100 kilovatios y hay cargas de hasta 50 kilovatios. Hay una instalación fotovoltaica de 120 kilovatios, así como dispositivos de medición especializados y demás.
Por supuesto, esos equipos se han venido adquiriendo de forma progresiva y en ocasiones toca integrarlos a un sistema de supervisión. Y una de las personas que está a cargo de recibir e integrar los dispositivos al sistema soy yo. Y esta responsabilidad me la dio un líder del grupo de investigación, quien reconoció mis capacidades para el puesto.
¿Qué competencias adquirió al estudiar en la Escuela la Maestría en Ingeniería Electrónica?
Considero que, cuando uno sale del pregrado, tiene ciertas habilidades y conocimientos. Pero, a través de la Maestría, ciertas habilidades en las que yo sentía que era bueno o que me destacaba las podía profundizar y potenciar. Por ello, al finalizar dicho posgrado, mis habilidades técnicas como modelamiento, simulación y temas asociados a sistemas de control mejoraron bastante. Y hoy en día, puedo aprovechar esto en mi trabajo del día de hoy.
Teniendo lo anterior en cuenta, pienso que la Escuela es una excelente opción. Y a la larga, todo depende de uno: si se está motivado a hacer un programa de posgrado, hay que mantener el ánimo y las ganas de culminar los estudios, y hacerlo de la mejor manera posible. Es cuestión de tratar de disfrutar del proceso y aprender mientras se hace.
¿Por qué recomendaría estudiar la Maestría en Ingeniería Electrónica en la Escuela?
Una de las grandes ventajas que tiene la Escuela es la parte práctica, que complementa lo teórico de las asignaturas técnicas. El hecho de poder experimentar la parte práctica de la profesión en los laboratorios es una gran ventaja, en comparación a lo que veo aquí en mi día a día.
Considero que de la Escuela salimos preparados, ya que la cuestión no es solamente tener los conocimientos de ciertas cosas en específico, sino cómo aplicarlos en la realidad. Por supuesto que en la universidad es en una menor escala, pero es una base suficiente para poderlo escalar a distintas temáticas o actividades laborales.
Así mismo, algo que a mí me gustó bastante de cursar mi posgrado en la Escuela es la flexibilidad que brinda, ya que es orientada hacia qué quiero enfocar mi Maestría. Siendo así, cabe resaltar que se parte de tres núcleos de profundización (énfasis en Control y Automatización Industrial, Telecomunicaciones, o Ingeniería Biomédica).
Y por supuesto los profesores son muy capacitados y atienden a las dudas. Por mi parte, trataba de aprovecharlos de la mejor manera: sus conocimientos y su experiencia, así como el hecho de tener discusiones, aclarar dudas y demás. Eso también es de gran valor.
Por favor, cuéntenos cómo fue su proceso para llegar al punto donde está actualmente.
Para trabajar en Alemania se requería tener conocimientos previos del idioma, y esos los adquirí entre 2012 y 2013, antes de terminar mi carrera. Luego apliqué a la beca ‘Jóvenes Ingenieros Alemania’, que conocí por la Escuela (y la brinda Colciencias y el Servicio Alemán de Intercambio Académico -DAAD-), y quedé seleccionado dentro de un grupo de 15 personas. Y de esos 15, solamente 5 tenían la opción de venir a Alemania por varios meses para estudiar y hacer prácticas. Entonces yo aproveché y me preparé en alemán. Quedé seleccionado al final y vine a Europa.
Posteriormente, ya estaba próximo a sustentar la tesis de Maestría, y en ese momento se me acercaron en momentos distintos un profesor y el director de ese momento. Me dijeron que había una vacante como investigador en la universidad en la que estoy actualmente. De hecho, la persona que envió la convocatoria también es un graduado de la Escuela: estudió Ingeniería Eléctrica y luego vino a Alemania a hacer todos sus estudios de posgrado. Entonces, leí dicha convocatoria y me llamaron la atención bastantes de los temas mencionados, por lo que apliqué a esta oportunidad desde Colombia. Por supuesto que él me ayudó con la entrega de los documentos y demás, pero todo lo realicé desde Colombia, más o menos durante mediados de 2019. Y ya a finales de noviembre de ese año estaba empezando a trabajar aquí.
¿Considera que la maestría aporta en la actualización de sus conocimientos, a adquirir nuevas capacidades y a enfocarse en lo que necesita?
Como mencioné anteriormente, por decirlo de alguna manera, creo que tengo una gran ventaja sobre casi todos mis compañeros de trabajo en cuanto a la parte práctica de la profesión.
Eso ayuda, porque aquí (en Alemania) realmente la parte práctica no se ve tan a profundidad. Es algo que recién en la última etapa de la carrera se explora. Aquí las carreras de pregrado duran, por lo menos, de 3 a 4 años. Si a ese paquete se le incluye una maestría, son más o menos entre 5 y 6 años que le toma a los estudiantes terminar su proceso. Y se podría decir que, al graduarse tan rápido, deben profundizar en lo que ellos consideran que es relevante. Entonces, al principio diría que es muy superficial, y en el momento de la maestría ellos ya se empapan un poco más de un tema en específico. Por otro lado, considero que en la Escuela se ven variedad de temas. Y en cuanto a la maestría, uno se enfoca en lo particular, en lo que a uno le gusta.