Producción y consumo responsables
Las ingenieras Adriana y Johanna Esguerra analizan el ODS número 12. Entre los propósitos de este Objetivo está disminuir la generación de desechos en actividades domésticas, comerciales o industriales.
Las ingenieras Adriana y Johanna Esguerra analizan el ODS número 12. Entre los propósitos de este Objetivo está disminuir la generación de desechos en actividades domésticas, comerciales o industriales.
De acuerdo con esta perspectiva económica, cuando un bien determinado se desecha después de su uso, se denomina economía lineal. Según esta visión, las materias primas son extraídas de la tierra –por ejemplo, de una mina a cielo abierto, si se trata de minerales y metales, o por perforación, en el caso del petróleo, del que se fabrican los plásticos–, luego se someten a diversos procesos de manufactura. Así se obtienen los bienes que luego se comercializan: la botella de PET para envasar la gaseosa del almuerzo; la fibra textil de acrílico con la que se confecciona la ropa; la arcilla de los ladrillos con los que se fabrican las casas; y el aluminio de las ollas de la cocina. Al final de su vida útil, sin embargo, los materiales de esos bienes van a parar a un relleno sanitario o son incinerados. Por eso se dice que está economía es lineal, porque empieza en un punto y termina en otro, lo que produce más y más desechos que deben ser gestionados y que, en muchos casos, resultan contaminando el medioambiente: suelo, agua y aire. De acuerdo con esta perspectiva económica, cuando un bien determinado se desecha después de su uso, se denomina economía lineal. Según esta visión, las materias primas son extraídas de la tierra –por ejemplo, de una mina a cielo abierto, si se trata de minerales y metales, o por perforación, en el caso del petróleo, del que se fabrican los plásticos–, luego se someten a diversos procesos de manufactura. Así se obtienen los bienes que luego se comercializan: la botella de PET para envasar la gaseosa del almuerzo; la fibra textil de acrílico con la que se confecciona la ropa; la arcilla de los ladrillos con los que se fabrican las casas; y el aluminio de las ollas de la cocina. Al final de su vida útil, sin embargo, los materiales de esos bienes van a parar a un relleno sanitario o son incinerados. Por eso se dice que está economía es lineal, porque empieza en un punto y termina en otro, lo que produce más y más desechos que deben ser gestionados y que, en muchos casos, resultan contaminando el medioambiente: suelo, agua y aire.
Con el fin de disminuir los desechos y, por ende, la contaminación del planeta, se han implementado varias estrategias. Una de ellas es la regla de las 5R, que invita a reciclar, recuperar, reparar, reducir y reutilizar. Se espera que los ciudadanos aprendan a disponer adecuadamente los desechos para reciclaje, teniendo en cuenta el color de los contenedores de basura: blanco para plástico, vidrio, metales, papel y cartón; verde para residuos orgánicos aprovechables, y negro para papel higiénico, servilletas, alimentos procesados, etc. Además, que se disminuya la producción de desechos reduciendo el uso innecesario de bienes, reutilizando otros –como bolsas plásticas o ropa–, y recuperando y reparando los que estén dañados en vez de desecharlos.
Esta estrategia de las 5R ayuda a definir una perspectiva económica nueva, diferente de la economía lineal, que es la economía circular, en la cual los desechos no son vistos como basura, sino como materia prima potencial. Así, en vez de continuar con una economía extractivista para la adquisición de materia prima, esta última puede obtenerse de los desechos o residuos. En la economía circular, entonces, los materiales que componen los bienes que llegan al final de su ciclo de vida constituyen materia prima potencial, no basura. El primer paso para el reciclaje es disponer adecuadamente los desechos, evitando contaminaciones; el segundo, que es el de caracterización, reprocesamiento y diseño de productos, lo hace la ingeniería.
Muchas ingenierías pueden abordar el tema de la producción responsable y la disminución de residuos. Con las herramientas que brinda la ingeniería de materiales –que es un tema transversal para ingeniería industrial, mecánica, civil y biomédica–, que estudia la relación entre el desempeño de un material con su procesamiento y composición química y con la forma en que se acomodan sus átomos o moléculas en los niveles nano y micrométrico, es posible identificar el tipo y estado de los componentes de un desecho. Sabiendo esto, puede escogerse la forma más adecuada para reprocesarlo y proponer una aplicación, dependiendo de los resultados de las pruebas.
La Universidad Escuela Colombiana de Ingeniería Julio Garavito se está alineando con los objetivos de desarrollo sostenible, y en particular en la Decanatura de Ingeniería Industrial se están abordando varios temas al respecto. Uno de ellos es el de la recuperación de residuos sólidos, tanto urbanos como industriales, para disminuir la generación de desechos. Se han emprendido varios proyectos para la recuperación de residuos, como el reciclaje de zunchos de polipropileno para manufacturar fibras de refuerzo para morteros; el reciclaje de tarjetas de banco de acetato de cloruro de polivinilo como adición a PVC virgen para fabricar tubería; el reciclaje de cascarilla de óxido de hierro, que es un subproducto industrial del laminado de acero a altas temperaturas, para producir un novedoso material reforzado con óxido de hierro; y la obtención de virutas de mecanizado para producir polvo de Al, que es una materia prima costosa que se importa en el país. Estos proyectos se han trabajado de la mano con otras entidades, como Gerdau-Diaco, Corona, la Universidad de Cardiff, la Universidad de Stuttgart, la Universidad del Valle y la Royal Academy of Engineering.
Además de los trabajos de investigación del Semillero de Materiales para Aplicaciones Industriales (SeMAI), y de la labor que se lleva a cabo en el énfasis de Innovación en Manufactura y Materiales de la Maestría en Ingeniería Industrial, se espera abrir pronto la Especialización en Economía Circular, en la que los participantes podrán aprender a recuperar y gestionar residuos sólidos, caracterizándolos y proponiendo formas de reprocesarlos. También aprenderán sobre logística inversa, que se encarga de la gestión de los residuos que se producen durante toda la cadena de suministro, y de negocios circulares, para que los puedan identificar y evaluar oportunidades de negocio de este tipo, determinar los riesgos de convertirse en una compañía circular y reconocer el valor del diseño para la circularidad.
Destacamos el papel crucial de la ingeniería y la ciencia para el logro de cada uno de los 17 ODS.