Trabajo y crecimiento económico
Eduardo Sarmiento Gómez, profesor especial de la Escuela Colombiana de Ingeniería, analiza el ODS # 8, Trabajo y crecimiento económico.
Eduardo Sarmiento Gómez, profesor especial de la Escuela Colombiana de Ingeniería, analiza el ODS # 8, Trabajo y crecimiento económico.
Introducción
En el documento se considera la relación entre el trabajo y el crecimiento económico haciendo referencia al crecimiento de la ocupación, la estructura sectorial y la educación. En la primera sección se relaciona el crecimiento del empleo con el crecimiento del producto; en la segunda, se establece el impacto de la estructura sectorial del empleo de la economía sobre la producción; en la tercera, se considera cómo la educación incide en el crecimiento económico. Por último, se presentan unas conclusiones.
2.1. Ocupación y producto
El crecimiento económico es determinado por variables de oferta y demanda. En las variables de oferta se encuentran la población, el capital, la tecnología y los avances en la calidad y variedad de los bienes; en las variables de demanda están la tasa de cambio real, el gasto público, el dinero y el crédito.
Gráfico 1. Colombia.Crecimiento del empleo y el producto 2002-2022
La fuerza de trabajo tiene un impacto sobre el producto tanto en su cantidad empleada, como en la evolución de su productividad, y en su composición de calificada y no calificada.
En el periodo 2002-2022 el crecimiento promedio del producto y el empleo fue de 3,9 % y 1,7 %, respectivamente; la diferencia de 2,2 puntos porcentuales se explica por la productividad.
Como se muestra en el gráfico 1, la correlación entre el producto y el empleo en Colombia es positiva. El crecimiento del producto se recuperó en la fase 2004-2014 con respecto a 2002-2003, en lo cual se destaca el crecimiento del empleo en 2005 y en 2007-2013. El crecimiento del producto y el empleo decayó en 2015-2019. Con la pandemia en 2020 ambos se redujeron, para luego recuperarse en 2021-2022.
2.2. El empleo y los sectores
El producto se divide en sus sectores transables de industria, agropecuario y minería; y los no transables: servicios y construcción. En 2022, el empleo se distribuyó en industria (11,2 %), agropecuario (13,7 %), construcción (7,5 %) y servicios (67,7 %)[1]. El sector más grande en generación de empleo es el de servicios.
La distribución sectorial del empleo incide en el producto per cápita, la productividad, la informalidad y el crecimiento económico. La industria es el sector con mayor capacidad de crecimiento tecnológico, por lo cual su reducción en la participación en el producto disminuye el crecimiento económico (Baumol, 1967). En el proceso de desarrollo, la industria genera mayores excedentes que la agricultura que aumentan el producto (Murphy, Shleifer & Vishny, 1989). La industria tiene encadenamientos que incentivan la producción de los demás sectores y es el sector con más capacidad de vender sus productos en el exterior.
La industria también tiene mayor productividad que otros sectores como los servicios. Por lo anterior, a escala mundial, el empleo industrial en los sectores de alta tecnología explica los mayores niveles de ingreso en los países desarrollados que en aquellos en vías de desarrollo, como Colombia.
Los subsectores de alta tecnología en los cuales se destacan la baja participación de la producción y las exportaciones en Colombia, así como las considerables importaciones, son los de productos informáticos, electrónicos y ópticos; equipo médico y odontológico; otros tipos de equipo de transporte; y maquinaria de uso especial.
2.3. Empleo y educación
Además de la estructura sectorial del empleo y la producción, otro determinante de la productividad de la fuerza de trabajo es la educación. En 2021, en Colombia, entre las personas ocupadas el 4,7% tenía posgrado, el 12,6 % formación universitaria, el 3,8 % nivel tecnológico y el 7,5 % era técnico profesional.
La educación es complementaria con los otros sectores de la economía y tiene varias propiedades en su relación con el desarrollo. Dado que es un bien de consumo, brinda bienestar; en cuanto a inversión, aumenta la productividad del trabajo, y mejora la distribución del ingreso.
Entre los determinantes de la cobertura y calidad de la educación se encuentran los subsidios públicos, la financiación de los padres, las características de los estudiantes, la calificación de los docentes y la infraestructura de las instituciones educativas.
Con cerca de un tercio de la población en proceso de educación, la participación del Estado es una de las actividades más grandes de la nación. El desempeño de las escuelas y universidades públicas debe superar las limitaciones en el presupuesto de inversión y funcionamiento, las deficiencias en la calificación de los docentes, las falencias para el aprendizaje de la población en proceso de educación y la pobreza.
Prada (2006) y Tenjo (1996) consideran los retornos de la educación al relacionar el logaritmo natural de los ingresos con los años de educación. En el primero se utilizan cifras de la Encuesta Nacional de Hogares de septiembre de 1985, 1990, 1995 y 2000, mientras que en el segundo se emplea una muestra de cerca de 4.000 trabajadores de Bogotá en 1988.
En Prada (2006), los retornos de la educación son superiores en la formación universitaria con respecto a la secundaria y en los percentiles de estratos más altos en relación con los de estratos más bajos.
En Tenjo (1996), primero se estiman los determinantes de tener más educación que la secundaria. Entre ellos se destacan: los resultados en exámenes de habilidad de los estudiantes, la educación privada o pública, la jornada diurna, el desempeño en la secundaria y la educación de los padres. En segunda instancia, encuentra que los retornos a la educación son superiores para personas con educación universitaria respecto de quienes tienen educación secundaria.
Los retornos de la educación son mayores en el nivel microeconómico que en el macroeconómico, lo cual implica mayores ingresos individuales cuando mejora la educación, y un efecto global menos pronunciado sobre el producto nacional cuando dicho resultado implica a toda la población.
Conclusiones
La expansión de la ocupación de la fuerza laboral muestra una correlación positiva con el crecimiento del producto. Otro factor que incide en el crecimiento del producto es la estructura sectorial de la fuerza laboral. La industria es el sector con mayor capacidad de crecimiento tecnológico, de colocar sus productos en el exterior e incentivar el crecimiento de los demás sectores a través de sus encadenamientos productivos.
La educación, además de contribuir a la equidad, es un medio para aumentar la productividad de la fuerza de trabajo. En Colombia todavía la proporción de la población ocupada sin culminación de educación terciaria está cerca del 70 %.
Bibliografía
Destacamos el papel crucial de la ingeniería y la ciencia para el logro de cada uno de los 17 ODS.