
"Vine a visitar la Escuela y no me voy con las manos vacías"
Un encuentro de ingeniería y gestión pública para Bituima. Directivas de la Escuela se reúnen con alcalde de este municipio cundinamarqués.
Un encuentro de ingeniería y gestión pública para Bituima. Directivas de la Escuela se reúnen con alcalde de este municipio cundinamarqués.
El alcalde de Bituima, Cundinamarca, William Guillermo Barrera Ruiz, regresó a su alma mater, la Escuela Colombiana de Ingeniería, en un gesto que combina agradecimiento y pragmatismo. Después de años de haber sido formado en sus aulas, el joven líder de este municipio de tres mil habitantes no solo busca rendir tributo a sus raíces académicas, sino también fortalecer la gestión de su administración con el respaldo de su casa de estudios. Un regreso cargado de simbolismo y propósito: "Vine a visitar la Escuela y no me voy con las manos vacías", asegura con una sonrisa.
A sus 32 años, Barrera Ruiz ya está acostumbrado a los desafíos que conlleva la vida pública, una carrera que abrazó siendo muy joven. Nació y creció en Bituima, un pequeño rincón en la Provincia de Magdalena Centro, a 80 km al occidente de Bogotá. Desde temprano, supo que su futuro estaría marcado por la ingeniería civil y por transformar su pueblo natal. Así, tras graduarse en la Universidad Escuela Colombiana de Ingeniería, asumió la alcaldía en 2024, cargo que ocupará hasta 2027.
Para un alcalde —dice— la ingeniería civil es una herramienta fundamental para enfrentar los desafíos de su mandato: gestionar la infraestructura pública, liderar la formulación de proyectos y obras de mitigación del riesgo, y promover el urbanismo y el ordenamiento territorial, entre otros. En su caso, cada decisión que toma en su rol como mandatario está guiada por la visión técnica adquirida durante su formación profesional.
"Cuando hablo de mi alma mater, lo hago con respeto y cariño. Mis padres siempre se esforzaron por darme una buena educación, y hoy agradezco profundamente que mi paso por la Escuela haya sido una experiencia transformadora", comenta Barrera Ruiz, quien valora la exigencia que le permitió forjarse como profesional.
La Escuela Colombiana de Ingeniería no fue un camino fácil. Según Barrera, la preparación exigió trabajo arduo y sacrificio. "No fue fácil, pero nunca perdí la fe en mí mismo. Trasnochaba, pedía ayuda a mis profesores y, aunque hubo momentos difíciles, siempre me mantuve firme", recuerda. La figura de los profesores como Alfonso Rodríguez Díaz, Germán Ricardo Santos Granados y Jairo Uribe Escamilla, quienes lo guiaron, permanece presente en su memoria.
El retorno a la Escuela también tuvo un propósito claro: obtener el respaldo institucional para su gestión. Barrera, quien ha trabajado incansablemente en la mejora social y de infraestructura de su municipio, destacó la importancia del apoyo recibido por parte de la rectora, ingeniera Myriam Astrid Angarita Gómez, quien se comprometió a brindarle asesoramiento y acompañamiento técnico y administrativo.
"Me voy muy contento porque no me voy con las manos vacías", afirma Barrera Ruiz. "Conocí a la rectora Myriam Astrid Angarita Gómez, quien me ofreció todo el apoyo y acompañamiento que mi administración necesita. Este no es un apoyo para mí, es para Bituima, para mi gente. No se trata de recursos, sino de ideas y asesoramiento que nutren mi trabajo", subraya el alcalde.
En este sentido, el alcalde aseguró que espera contar con estudiantes interesados en adelantar sus prácticas profesionales en el municipio y que deseen poner todo su conocimiento al servicio de la región y de sus comunidades. “Bituima, como muchos municipios colombianos, enfrenta desafíos importantes en materia de infraestructura, así como en aspectos sociales, tecnológicos y económicos, que requieren profesionales formados de manera integral y con un pensamiento de país, como los que estudian y se gradúan de la Escuela”, afirmó.
El proyecto de Barrera Ruiz no es solo político; tiene un fuerte enfoque social. Uno de sus logros más significativos es la reconversión de la antigua plaza de toros en un centro de eventos deportivos y culturales. Además, está en proceso la construcción de la Casa de la Cultura, que albergará escuelas de formación artística y programas de apoyo a adultos mayores.
Su visión de desarrollo también abarca el fortalecimiento de la economía local. Uno de sus grandes proyectos es la creación de un centro de acopio para los campesinos, con la intención de que los agricultores reciban un pago justo por sus productos. También está comprometido con la resolución del déficit de vivienda en la región, uno de los problemas más apremiantes de su comunidad.
En sus discursos, Barrera Ruiz repite constantemente su eslogan de campaña: "Hacer grande el municipio". Aunque su municipio es pequeño, su visión es ambiciosa. "Es un municipio pequeño con poca gente, pero trabajo para hacerlo grande en temas sociales y de infraestructura", afirma convencido.
A los futuros ingenieros, especialmente a aquellos que estudian en la Escuela, les deja un consejo claro: persistir. "El nivel académico aquí está 'más allá', y les insto a que no se rindan. La familia juega un papel clave, como lo hizo la mía", señala.
Barrera sabe que, a pesar de su juventud, aún tiene mucho por aprender. "Mi motivación principal es que trabajo para mi gente. Mi vida está aquí, en mi municipio, con mi familia. Eso me da fuerza para seguir adelante y buscar todo el apoyo posible", concluye.