Desde los inicios de la existencia de la humanidad las actividades desarrolladas por el hombre para su subsistencia como la pesca, la caza o la agricultura representaban un riesgo inherente que podrían desencadenar desde lesiones serias o graves hasta la muerte. Si bien es cierto estas actividades no se podrían denominar como laborales de manera explícita, si estaban directamente relacionadas con una ocupación para satisfacer las necesidades básicas de la familia y contribuir a la conformación y desarrollo de la sociedad.

Con la Revolución Industrial el desarrollo de la maquinaria y los procesos industriales genera la aparición de nuevos riesgos propios de la actividad laboral y emerge el concepto de accidente de trabajo relacionado con las lesiones de las personas. Para el siglo XX la definición de accidente de trabajo evoluciona y Frank Birr incorpora el concepto de Control Total de Perdidas, incluyendo los términos de actos y condiciones subestándar y/o inseguros; así como factores personales y del trabajo. Este último concepto integra los posibles impactos a los procesos, el medio ambiente y la comunidad. En la actualidad se habla de la seguridad industrial como una ventaja competitiva; así lo definió el experto Samuel Chávez Donoso al referirse de las consecuencias inmediatas de los accidentes de trabajo y su impacto sobre la rentabilidad de las compañías, sobre su recomendación reputacional y el medio ambiente.

Teniendo en cuenta lo anterior, es necesario que los profesionales incluyan y desarrollen el concepto de la seguridad industrial como un elemento clave alineado e integrado a la planeación y objetivos estratégicos de las organizaciones.

Profesor: Jairo Alberto Rojas Torres